El dÃa de hoy mi mamá compartió conmigo un pequeño poema que me llegó al corazón.
Éste escrito fué creado en el año 1800 durante la peste. Es impresionante pensar como tantos años después de su realización el sentimiento es el mismo.
Dicho poema me hizo reflexionar sobre la situación que estamos viviendo y cómo si bien está pandemia cambió para siempre nuestro mundo, también no ayudó a entender lo frágiles que somos. Es necesario tener metas a futuro pero también debemos disfrutar y vivir en el presente, ya que no sabemos que sucederá.
Aprendimos adaptabilidad y a saber cómo enfrentar las situaciones que se puedan presentar. Nos enseñó a ser mucho más empáticos y compasivos con las personas, entendiendo que todos somos igual de vulnerables.
Los más importante logramos comprender lo preciada que es la vida y lo afortunados que somos al estar presentes. Ahora entendemos lo maravillosas que son las pequeñas cosas que antes dábamos por sentado, las cenas familiares y salidas con amigos, el simple hecho de estar vivos.
Ahora más que nunca estoy conciente de lo bendecida que soy por estar aquà escribiendo, por sentarme con mis padres todos los dÃas para almorzar, por acostarme a ver televisión junto a ellos, simplemente por estar viva. Finalmente me dà cuenta que esas pequeñeces son las que me hacen afortunada.
Pequeño análisis
Marian Aparicio🌺
Aquà dejo el poema para que puedan experimentar sus propias emociones al respecto.